Las personas son sin duda uno de los motivos más interesantes para la fotografía, a diferencia de los objetos inertes o los espacios, el instante de la toma es clave para capturar en la imagen la verdadera expresión de alguien. Trabajar en un ambiente controlado permite al fotógrafo desarrollar su concepción artística de la imagen en cuanto a composición e iluminación, pero imbuir en un retrato la personalidad, el mundo interior del retratado, es un reto para cualquier fotógrafo.






















